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Reflexiones de un 'chopper-adicto'

Publicado por Ruca, EA8EX en Filosofando · 17/12/2012 18:01:47


Estaba viendo el otro día uno de mis programas favoritos en el canal Discovery MAX, que se llama 'American Chopper', y uno de sus capítulos me hizo reflexionar... Será también que estamos casi en Navidad, y estas fechas siempre enternecen.

Para el que no la conozca, 'American Chopper' es una serie de televisión, mitad reality show y mitad documental, que muestra la actividad cotidiana de un taller de diseño y creación de motocicletas exclusivas de tipo chopper. Sus propietarios se han convertido en iconos mediáticos, contando con numerosos admiradores en todo el mundo. Las motos que diseñan y crean son muy apreciadas por los moteros, ya que no sólo cuentan con una gran originalidad estética sino con una fiabilidad mecánica sobresaliente.



La 'Dixie Chopper', diseñada por OCC y construida durante dos capítulos.


La mayoría de los encargos que recibe la empresa son de grandes organizaciones (Bomberos de NYC, NASA, U.S. ARMY, Veteranos de Vietnam...), ya sean privadas o públicas, para promover sus actividades, para honrar a algún grupo social o para recaudar fondos para asociaciones benéficas por medio de la subasta de la moto creada por OCC al efecto.

El taller está ubicado en el condado de Orange, perteneciente al estado de New York (U.S.A.), y la empresa se llama O.C.C. (Orange County Choppers). Esta empresa fue fundada en 1999 por Paul Teutul, quien protagoniza la serie, y cuenta con la ayuda -o mejor dicho, contaba- de sus hijos Paul Jr. (co-fundador de la empresa junto con su padre) y Mikey; el resto de empleados también desempeña un papel fundamental en la serie y, por ende, en la empresa OCC.



De izda. a dcha: Paul Sr., Paul Jr. y Mikey


Una tónica en todos los episodios suelen ser los enfrentamientos verbales entre Paul Sr. y Paul Jr., en ocasiones acompañadas de actos destructivos, fruto de la frustración y de la rabia de los protagonistas, como pueden ser rotura de puertas, golpes a paredes, etc. El motivo principal suele ser el tiempo: Paul Jr. se toma su tiempo para pensar sobre las creaciones y Paul Sr. quiere ver la moto terminada cuanto antes. A medida que se acerca la fecha límite de entrega de la moto finalizada, la cosa se pone más tensa.

Pues a lo que voy... Tras un tiempo sin ver la serie, me encuentro con que ahora van por la séptima temporada, pero que ahora se llama 'American Chopper: Sr vs Jr' (Senior versus Junior... el doblaje en español dice "American Chopper: padre contra hijo"). Yo pensé "Era cuestión de tiempo".


    VS  


Efectivamente, empieza el capítulo y me encuentro con que Paul Jr. ha fundado una empresa aparte (Paul Jr. Design), llevándose con él a Mikey. OCC prosigue por su lado únicamente con Paul Sr. al frente de la empresa.

Entre otras cosas me encuentro con que Paul Sr. no se habla para nada con Paul Jr., y la única comunicación que mantiene ahora con sus hijos es por medio de correos electrónicos que se cruza con Mikey. Paul Jr. se casa e invita a su padre a la boda, pero este no aparece. Mikey inaugura una sala de exposiciones (también es pintor artístico), pero no invita a su padre en represalia por no haber ido a la boda de su hermano. Mientras tanto, Paul Jr. hace varias visitas a un abogado porque ha recibido varias denuncias de su padre hacia él, sus empleados y su empresa... En definitiva, un caos familiar.

En un capítulo aparece un señor con barba, con aspecto muy demacrado, acompañado de su hijo... Primero hace una visita al taller de Paul Jr. Design y luego lo hace al taller de OCC.



Tienda de OCC en Montgomery, New York.


Se trata de un enfermo terminal de cáncer que decide emprender desde su domicilio (a muchas millas de distancia) hasta donde estén Paul Sr. y Paul Jr., porque quiere decirles que él estuvo muchos años enfadado con su hijo, sin cruzarse una palabra, pero desde que le diagnosticaron el cáncer en estado terminal, no se han separado. Les hace saber que todo el tiempo que pueden pasar juntos es poco y limitado, lo que ya no tiene remedio, por lo que tratan de disfrutar al máximo cada momento.

Así les pide a padre y a hijo que traten de arreglar sus diferencias y aprovechen cada momento que puedan pasar juntos, que todo lo demás sobra y se puede arreglar... la muerte, no. Además les dice que ese viaje que ha querido emprender para hablar con ellos es probablemente el último que pueda hacer, ya que tras él tendrá que guardar reposo hasta que se extinga, pero le ha pedido un esfuerzo a su hijo para hacer ese viaje juntos porque quería servir de ejemplo y conseguir que hicieran las paces y volviesen a convivir en familia.

Más allá del impacto mediático de la serie, me ha causado una gran impresión que un enfermo terminal de cáncer emprenda un viaje tan largo sólo para aconsejar a una familia que solucionen sus diferencias cuanto antes y que no pierdan más tiempo de poder estar juntos; que los problemas materiales se pueden solucionar, pero el tiempo es limitado... que cuando quieran arreglarlo, ya será tarde o no se podrá, porque no tendrán al ser querido cerca para poder hacerlo... y luego las lamentaciones no servirán de nada.

Y esta visita de este padre moribundo -que ya, muy probablemente, no esté entre nosotros- junto a su hijo para dar ese consejo me ha hecho reflexionar bastante en estos días... Por suerte, tengo cerca a todos los que quiero y no tenemos ningún problema, pero no dudaría en ningún momento en pedir perdón si debo hacerlo con tal de no desaprovechar ninguno de esos momentos que podría pasar con ellos.

Sé que si no lo hago, algún día me arrepentiré tanto de no haber cedido en su momento, que no sé si sería capaz de cargar con mi conciencia. Porque... ¿A quién le pides perdón cuando ya la otra persona no está?


73 de Ruca, EA8EX




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